sábado, 8 de septiembre de 2007

" Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni: dos monstruos del cine Europeo nos dejaron este año "


Bergman es uno de los más importantes directores de la Historia del cine. Nació en Upsala en 1918, en el seno de una familia de profundas convicciones luteranas (su padre era pastor). Su estricta educación en principios religiosos como la austeridad y el puritanismo no le impidieron estudiar la carrera de Arte y Literatura en Estocolmo.Muy pronto dejó la casa familiar y se interesó por el teatro, llegando a ser más adelante un gran director de escena.La preocupación por la muerte empieza a ser tema fundamental de su cine, y eclosiona con la terrible Gritos y susurros, visión muy particular de la vida y la muerte, Sonata de otoño, penúltima obra maestra con Ingrid Bergman como protagonista.El universo bergmaniano está lleno de soledad, de fantasmas, de presencias metafísicas, de angustia y sufrimiento, de la ausencia de verdades supremas, universales y trascendentes, de la inutilidad de su búsqueda, en la que confiesa: “Mis películas son siempre declaraciones personales”.
Michelangelo Antonioni desde muy joven se sintío atraído por el dibujo y la arquitectura, pero terminó estudiando Económicas en Bolonia. Como Bergman, encontró en el teatro una vía de explosión a su creatividad, que él combinó pronto con la pintura y con el ejercicio del periodismo.Su narrativa y su particular filosofía han influido notablemente en el cine de autor europeo, especialmente en cuanto a la temática, y sobre todo en el uso del color, que otros directores como Almódovar han adquirido de manera un tanto burda y excesiva, sin la sutileza de Antonioni.Su profundidad psicológica se dirige sobre todo a los personajes femeninos, examinándolos en grandes secuencias en las que busca el origen y evolución de los personajes, preguntándose por las consecuencias de esas evoluciones.Se retiró del cine en 1982, a causa de una grave enfermedad que se lo ha llevado a los 94 años.

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